jueves, 13 de junio de 2013

BAJO LA LLUVIA




                                ( Imagen tomada de Google)



El cielo está cubierto de nubes grises  y la lluvia dificulta la visión del camino, las luces alumbran tenue la oscuridad de las avenidas. Los árboles  ondeándose serenos y violentos reposan al costado de la carretera; el reloj de pulsera marca las 18.30 horas y Alfredo comienza a impacientarse  y acelera la velocidad, suena una última llamada, eso indica  que ha comenzado la reunión, 

            -Ya no he alcanzado a llegar-Exclama. Se apodera de  el una rabia incontenible  y no observa  la angostura del camino donde una mujer se cruza  bajo la lluvia tormentosa. Elena absorta en el silencio de su tragedia no percibe el inminente peligro  de su torpeza, Alfredo ajeno a lo que se enfrenta, piensa solo en si mismo y lo mucho  que perdería por no acudir al evento planificado desde tanto tiempo. De pronto un golpe contra la  ventanilla de la puerta lateral lo hace reaccionar, la lluvia golpeaba los cristales como avisando lo terrible del momento, frena con pie firme  y la brusquedad produce el patinaje del  auto,  se abalanza hacia afuera como un relámpago, camina hacia el lado posterior donde yace Elena tendida  en un rincón, sus pasos temblorosos  acrecientan el pánico, se agacha frente a ella. La sintió tan indefensa , aturdida , aflorando de sus ojos una lagrima tal vez producida por el golpe y el dolor, preso de miedo Alfredo intenta tomarla pero  la torpeza involuntaria de sus manos  por lo constante de la lluvia le impedían  desenvolverse,  súbitamente Elena  reacciona con una sonrisa en sus labios y pregunta: 

             -¿Qué pasó? -Alfredo que aun no asimilaba nada de lo sucedido, confundido, contesta -lo siento…-,  de verdad lo lamento mucho, que hacemos… te lastime.. oh por Dios! .. Me siento tan culpable, venia tan absorto en mis cosas y por un segundo me perdí  de la vía. 

             Elena responde media aturdida aún, -descuida solo fue un topón.-

             Las luces iluminaron el rostro de Elena dándole vida… percibiendo su aroma, descubriendo una tímida mujer tendida en medio de la nada con un grado de culpa compartida, y una mirada perdida  ante esta embarazosa situación.

            Alfredo,  aún atónito por lo que acaba de suceder, despliega su mirada en la belleza exótica de esa mujer,  la cubre, con su chaqueta para cobijarla del frio, la lleva al auto en medio de la llovizna que no para, la tiende y limpia algunos rasguños que son evidentes. Alfredo un hombre, alto, pelo castaño, ojos pardos con una mirada fija cuerpo fornido. Resuelto  en todos sus temas, no podía evitar impacientarse por la mirada profunda, labios sensuales y una sonrisa más bien burlesca  de Elena que denotaban  mucha seguridad. Al revés de Elena, Alfredo se sentía expuesto, como si  esa mirada arrolladora lo desarmara, Elena silenciosa y tranquila como si no reprochara nada… como jugando con la mente de ese hombre, con sus reacciones, ella muy segura  se daba cuenta del efecto que ejercía en él.
Alfredo nervioso, confundido,  no se dio cuenta en que momento comenzó a desearle, en vano trataba de controlarse para  que ella no adivinara sus pensamientos. No lo hacia bien, ella jugaba, sonreía, lo instaba solo con su mirada, todo en él lo hacia vulnerable.

            -¿Podrás llevarme a casa?- Pregunta Elena con una voz cálida pero solida. 

            Qué poder de persuasión en esa voz ..la muy!  Piensa para sus adentros Alfredo. Simultáneamente a sus palabras Elena  le  toma la mano a Alfredo en forma sutil pero firme, para apoyar sus palabras y darle seguridad,  Alfredo  no reaccionaba estaba idiotizado, hipnotizado, digamos cualquier cosa a esas alturas.

            Alfredo acomoda el asiento, y echa andar el vehículo, sin mas palabras,- ¿Cuál es la ruta? – Las únicas palabras entrecortadas que puede decir. 

            -Un par de kilómetros mas adelante a tu derecha debes doblar  al camino de tierra.-contestó. 

            Sus manos frente al volante no le hacían evitar que por el rabillo del ojo recorriera sus líneas y la mirara con morbo. Conduce lentamente, la lluvia de afuera se ha convertido más bien en una neblina tranquila que poco a poco se va apoderando del camino, como si de manera cómplice cooperara  con este paisaje tan seductor. Alfredo siente que el deseo se apodera cada vez más de él, atrás quedo  su molestia por el compromiso que acababa de faltar, su corazón late cada vez mas a prisa y su mirada sin poder apartar de ese cuerpo que despierta en el  la mas desbordada pasión.

            El camino a la casa de Elena es un continuo flirteo de un sentimiento implícito mescla de ternura y sensualidad, que le impiden a Alfredo dar riendas sueltas a sus sensaciones, Elena parecía un símbolo de inocencia, frágil, tímida semejante a un cristal, tan bella que se podía romper a la mas mínima brusquedad..  A medida que avanzaba el camino aumentaba la adrenalina ya quedaba poco menos de 200 metros para llegar al lugar donde dejaría a esa mujer que tenia a su lado dormida.
                                                 
            Llegaron a una casa solitaria, donde Alfredo con la mirada recorre los espacios de un solo golpe, percibe un lugar impregnado de historia, sensaciones, misterios, se huele el aroma a leña. Ella lo observa atentamente,  el inevitablemente debe ayudarla a bajar del auto, la toma entre sus brazos y la carga comienza avanzar hacia la puerta de entrada,  la tiende en un sillón donde puede descansar  mejor. Alfredo tan cerca puede sentir  la piel  de Elena que se pregunta a si mismo, que haría ella si el  la besara en ese momento. Al fondo una chimenea brindando calor, él se separa de ella al instante para poder recobrar la tranquilidad, todo lo observaba como asustado  por lo imprevisto de la situación, Elena silenciosa  lo acerca a ella tomando su mano como percibiendo su ansiedad de tenerla y le susurra al oído  que para ciertas cosas no existe la explicación.  La piel de Alfredo se erizo, no sabia que esperar, trato de pensar rápido, todo su cuerpo temblaba por dentro, ella toco sus labios con sus dedos, los paseo muy suavemente por su cuello, el cuerpo de aquel hombre no respondía, la seducción de Elena  se apodero de su persona, sin mas capturo su boca reclamándola como suya  y se entrego a la pasión, levanto su falda  y metió sus manos directo a su sexo que estaba muy húmedo por la excitación.

             Ella  le besa sus labios con una seguridad desconocida, contrayendo su cuerpo y sus paredes vaginales haciendo preso a Alfredo  donde por arte de magia se quita el pantalón , allí encima de sus pechos duros  el recorre su cuerpo con sus labios buscando el suave  aroma de sus fluidos  acaricia su sexo con su lengua y la siente temblar al sentir su calor, se estremece y deja sentir un gemido contenido  que le brinda el placer, ella se acomoda, se levanta , lo toma con dulzura, aprisionando hacia adentro ,nada queda de dolor , él va entrando en su sexo , es demasiado intenso … Alfredo  musita en su silencio  ¡! Como es posible  sentir tanto sin desfallecer!, no sabe que hacer, gritar llorar, se entrega al movimiento ..Ya no importa nada solo el placer, su  manos enredadas en  el cabello de Elena acrecientan el orgasmo, todo explota en su interior, un maravilloso orgasmo donde los fluidos calientes se mezclan en uno solo, Alfredo no puede respirar, ella suplica que se quede quieto, es demasiado lo que siente, ella  llora de felicidad, quiere que ese momento  se grave en su mente para siempre. Luego viene el  placer del silencio  Elena poco a poco se recupera  y lo mira a los ojos, Alfredo aun extasiado no puede creer lo que ha vivido, besa los labios de Elena con ternura y pasa sus dedos por sus ojos y recoge sus lagrimas  aun ella esta temblando, el la abraza con fuerza, le besa, la frente y le pregunta tiernamente:

                 –¿Estás bien?- ella solo le hace un gesto de afirmación con su rostro,  le toca la espalda con sus dedos, se despega de su piel,  se viste ...El  respeta su silencio.

                   Sin pronunciar palabras se acerca al fuego encendido, Alfredo ya vestido  se acerca a la ventana, un árbol iluminado por la luna refleja la esperanza, de tenerla una vez mas, todo en ese ambiente es magia.

                  -¿Un poco de café?-  exclama Elena y le sonríe tímida, mientras estira su mano con el jarro.el lo -recibe mientras ella se acerca a su lado. Elena observa el paisaje junto a él y le comenta..

                   En medio de este bosque, entre las montañas, una luz a lo lejos es un hogar, no una simple casa con cuatro paredes y un techo, es un hogar donde vive alguien sabes…-prosigue- una anciana, una mujer, un hermano, un ermitaño, un fantasma, pero al final una persona  igual que yo , que vive de un recuerdo, de una sonrisa, una enseñanza la cual la motiva  y a través de ese árbol iluminado no pierde sus sueños, no pierde  la esperanza…calla.
                   
                   El corazón de Alfredo se ha puesto triste, no sabe que decir.. –Elena lo mira y le dice  - déjalo así.- .La vida es una mariposa en el jardín, en el tuyo en el mío, ahora está aquí, revolotea feliz, ha dejado que contemples sus colores, brillantes a la luz de un sol, más tarde se ira a otro jardín, se depositara en algún  otro rosal y brillara de nuevo como lo hizo hoy. Alfredo extasiado de sus palabras solo escucha…
Elena continúa, cuantos quisieran atrapar a esta mariposa, aprisionarla con alfileres para tenerla cerca, para siempre,  por esos momentos  de felicidad que te entrega con su brillo, sin embargo yo me conformo simplemente con contemplarla, como viene, se va, algún día se ira  y no regresara ese día ya no estaré aquí, ya no es necesario porque no habrá jardín. Termina sus palabras y le muestra la salida.

                   Alfredo camina por inercia, ella  lo acompaña pero no le coge la mano ni le da un beso,  de pronto Elena  se acerca  y le murmura ..Este será nuestro secreto, debemos guardarlo  para nosotros, te gritaría que no te fueras pero no me perteneces, nadie debe saber que hoy bajo el cielo de abril, ha llegado tu mariposa y al verla brillar, has vuelto a nacer y  te has sentido vivo  tal vez cuando la lluvia caiga en el recodo del camino volveremos a encontrarnos y juntos una vez más estar…

                   Alfredo la mira con ojos tristes de niño, toma aire en sus pulmones,  balbucea-No quiero perturbar  esta tarde,  tan brillante, tan mágica, quiero que siga así clara, serena transparente como tus ojos,  yo tan solo soy un visitante, un viajero detenido por un instante al que has dejado entrar a tu habitación tibia, aspire tu aroma marcado por el compás de tu respiración.-

                   Y así fue, como en el silencio mudo fuimos amantes por un segundo, y casi toco tus sueños, tus pensamientos, pero los dejo allí  para que sigan siendo tuyos,   continúo mi camino allá me espera la ciudad, mi mundo, la rutina, más cuando llegue y me pregunten el porqué de la demora, les explicare que estuve buscando un beso que se me extravió  en la ruta, bajo la lluvia , tal vez no vuelva a encontrarlo porque no recuerdo el camino.


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LUNA CÓMPLICE
                                


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